“El impacto inmediato negativo del brexit pudo, en parte, verse mitigado por el papel activo del Banco de Inglaterra y el respaldo implícito de otros bancos centrales”, señalan Sonsoles Castillo y Julián Cubero del BBVA Research.
El crecimiento de 5.72% en febrero representa una aceleración respecto al 4.23% que tuvo la economía en enero. Si a esto le agregamos las expectativas de los agentes económicos, que han aumentando últimamente, el efecto positivo se multiplica.